junio 05, 2008

Hablandome I

Veo dolor, y escucho dolor, a mi alrededor. Y quiero hacer algo. Quiero ayudar a esos que sufren. Es difícil empezar...
¿Cómo empiezo? Debo empezar por lo más difícil. Por mí. Si no empiezo por mí, no voy a estar en condiciones de hacer algo por los demás.
Pero es difícil. Lo primero es reconocerme (re-conocerme), apropiarme de mí y de lo que me rodea. Para cambiar todo lo feo del mundo, debo cambiar mi mundo interno. Desechar todo lo que me lastima y sanarme. Vivir a pleno, aprendiendo de mis experiencias, asimilar los errores para no repetirlos.
Pero solo no puedo hacerlo, necesito de los demás. Necesito a los que quiero, a los que me quieren, no a cualquiera. Compartir, a veces, mi dolor, no para entristecer, sino para apoyarme en ellos y no caerme. Sentirme protegido por quienes me dan su amor.
Eso es empezar a ayudarme, pero también es ayudar. Sé que quienes me quieren, se sienten mejor si saben que estoy contando con ellos. Eso es ayudar, desde la salud, desde el amor. Es el mejor camino.
Recién ahí empiezo a hacer algo. Y cuanto más ayudo, mejor me siento, y más me quiero. Y puedo querer mas a los demás. Y mi mundo cambia. Y, tal vez, el de los demás, también cambia.

Cambiar uno mismo, eso es cambiar el mundo.