septiembre 19, 2009

La inspiración perdida

Buscando la inspiración perdida me encontré una noche
Revisando una y otra vez los cajones donde archivo mis ideas
Sin saber bien donde buscar, hasta que al fin descubrí
Que ella no estaba en mí, sino en vos.

Entonces comprendí que todo lo que quería decir
Era una excusa para llegar a tu parte más profunda
Y así adueñarme de tus pensamientos y tu corazón
De una vez y para siempre.

Y pasaron noches y más noches hasta que conseguí
Este puñado de palabras sin sentido que se fijaron en papel
Con la esperanza de que tus ojos las leyeran con avidez
Cómo lo estás haciendo ahora, lo sé muy bien.

A estas alturas no puedo asegurar que este intento de poesía
Vaya a cumplir con su objetivo,
Pero que se puede esperar, si a la inspiración perdida
Se le ocurrió aparecer después de tres noches y a las tres de la mañana.