junio 09, 2008

Guilty

Yeah baby, I've been drinking,
and I shouldn't come by I know
But I found myself in trouble darling,
and I had no place else to go

Got some whiskey from a bar man,
got some cocaine from a friend
I just had to keep on moving,
till I was back in your arms again

Well I'm guilty,
yeah I'm guilty,
I'll be guilty for the rest
of my life

How come I never do,
what I'm supposed to do
Nothing that I try to do
ever turns out right

Well you know how it is with me baby,
you know I just can't stand myself
It takes a whole lot of medicine,
for me to pretend to be somebody else.

junio 05, 2008

Hablandome I

Veo dolor, y escucho dolor, a mi alrededor. Y quiero hacer algo. Quiero ayudar a esos que sufren. Es difícil empezar...
¿Cómo empiezo? Debo empezar por lo más difícil. Por mí. Si no empiezo por mí, no voy a estar en condiciones de hacer algo por los demás.
Pero es difícil. Lo primero es reconocerme (re-conocerme), apropiarme de mí y de lo que me rodea. Para cambiar todo lo feo del mundo, debo cambiar mi mundo interno. Desechar todo lo que me lastima y sanarme. Vivir a pleno, aprendiendo de mis experiencias, asimilar los errores para no repetirlos.
Pero solo no puedo hacerlo, necesito de los demás. Necesito a los que quiero, a los que me quieren, no a cualquiera. Compartir, a veces, mi dolor, no para entristecer, sino para apoyarme en ellos y no caerme. Sentirme protegido por quienes me dan su amor.
Eso es empezar a ayudarme, pero también es ayudar. Sé que quienes me quieren, se sienten mejor si saben que estoy contando con ellos. Eso es ayudar, desde la salud, desde el amor. Es el mejor camino.
Recién ahí empiezo a hacer algo. Y cuanto más ayudo, mejor me siento, y más me quiero. Y puedo querer mas a los demás. Y mi mundo cambia. Y, tal vez, el de los demás, también cambia.

Cambiar uno mismo, eso es cambiar el mundo.

No molestar

El teléfono sonaba, el incesante repique daba a entender que la persona que llamaba no tenía intenciones de darse por vencida. Desconectó la ficha de la línea. El silencio volvió a reinar en la habitación.
Por la ventana abierta se escuchaban los ruidos de la calle. Un colectivo que pasaba a toda velocidad, el ulular de la sirena de una ambulancia. Los vecinos hablaban, gritaban, golpeaban cosas, corrían sillas o escuchaban música. Bajó la persiana y giro la manija de la ventana para cerrarla. El sol y los ruidos quedaron afuera.
Encendió la televisión. Gente. Ladrones, periodistas. Noticias, películas. Vida real o ficticia, a veces, difícil de diferenciar. Apagó la pantalla. Estaba solo, otra vez.
Se sintió feliz consigo mismo. Porque no había influencias, problemas, ni preguntas.
En la pared, con pintura roja, pintó un cartel: “NO MOLESTAR”.

El águila

El estaba parado en el campo mirando los sembrados y los animales, en un hermoso anochecer.
Imaginaba que era un caballo salvaje que corría por los campos como si estuviera desbocado. También imaginaba que era un río cristalino que saciaría la sed de algún viajero, o un árbol cuyas ramas se arrullaban tranquilas con la brisa.
Pero su fantasía, la que realmente deseaba, era ser un águila, con sus fuertes garras, sus gigantescas alas y su cruel pico. Soñaba con sobrevolar los picos nevados de las montañas. De esa forma sería libre y sin preocupaciones. Sentiría el vértigo de la velocidad. Pero también sabía que algún humano podría asesinarlo de un escopetazo, o que algún animal podría robarse sus huevos y crías, e inclusive cabía la posibilidad de que algún cazador lo atrapase y lo encerrasen en un zoológico. Pero no le interesaba nada de eso, el quería ser un águila.
De pronto, de la oscuridad, se proyectó hacia él un gran ángel, que casualmente tenía forma de águila, además su cara era de una gran hermosura.
El ángel lo tocó y le dijo que había tenido suerte porque él iba camino al cielo y al pasar junto a él, había leído su mente. Le prometió que le diría a Dios de su deseo, pero que perdiera las esperanzas si no lo volvía a ver en una semana.
El espantapájaros agradeció la buena voluntad del ángel, pero sabía que nunca podría volar. Poco tiempo le quedaba ya, pues el viento iba desarmándolo lentamente. En algún tiempo más solo sería un montón de pajitas esparcidas en el medio del campo.
Al amanecer del séptimo día desde su encuentro con el ángel, y ya sin esperanzas, vio que a lo lejos se avecinaba una fuerte tormenta. Se dio cuenta de que ese era el final y deseo más que nunca poder volar y huir de allí.
De repente, se sintió distinto, se miró y vio que en el lugar donde antes estaban sus pajitas, ahora había plumas y en vez de brazos tenía alas.
Rápidamente y casi con desesperación echó a volar con rumbo hacia las montañas y la libertad.

Soñar

Una noche larga termina
Y el sol se esconde detrás
De esas nubes grises.

La lluvia se acerca
Y mi cuerpo descansa,
Mientras mi mente se escapa.

Y sueño que estoy dormido,
Con vos a mi lado,
Y somos perfectos.

Los corazones latiendo fuerte,
La sangre hirviendo en las venas,
Creyendo que es cierto este amor.

Afuera, todo existe,
Y mi fantasía se extingue
Al caer la tarde.

Despierto pensando en vos,
Que estas tan lejos, y al final,
La noche vuelve a empezar.

Estás en cada estrella,
Y no puedo alcanzarte,
Por mas que lo intente.

Con todo el amor de mi alma,
Espero volver a verte, aunque sea
Al cerrar mis ojos a las seis de la mañana.

Amigo

Amigo del alma,
como un hermano,
que, casi sin hablar,
me regalas tu corazón.

Con solo una mirada
comprendes mi esencia,
y sin juzgarme,
me brindas tu confianza.

Ríes conmigo
en mi felicidad.
Y sufres, tambien,
si una lagrima asoma en mis ojos.

Te puedes apoyar
sobre mis hombros,
si te faltan fuerzas,
sin miedo a caer.

Tan solo queda
una palabra más
en mi por decirte:
“Gracias”.

Ilusiones / Mentiras

Ilusiones

Te puede parecer que pienso en vos,
que te recuerdo y que te extraño.
Te puede parecer que te estoy escribiendo.

Hasta podrías pensar que quiero verte,
y abrazarte y besarte.
Hasta podrías pensar que te sigo queriendo.

Sospechas que invento casualidades,
que te busco, que te encuentro.
Sospechas que te espero en mi teléfono.

Mentiras

Y ya no pienso en vos,
ni te recuerdo, ni te extraño.
Y no te escribo.

No pienses que quiero verte,
ni abrazarte, ni besarte.
No pienses que te quiero.

No invento casualidades,
no te busco, no te encuentro.
No te espero en mi teléfono.

Beso

Tus labios se dibujan
en el filo de mi copa.
Y son, por casualidad,
el último trago que me queda.

Me demoro esta noche
deteniendo mi mirada
en esa marca roja
que me quema el alma.

Ese último beso
no lo diste en mis labios,
pero quedó marcado a fuego
en el cristal, frío de hielo.

Miro con tristeza
la copa que besaste,
y bebo ávidamente,
para serenar mis lágrimas.

Ya no quiero beber
de una copa marcada
por los heridos labios
de quien no volverá.

Dulce y misteriosa

Dulce y misteriosa,
Estás en mi vida.
En búsqueda constante,
No sé qué sentir.

No hay momento del día
En que no piense en ti.
Culpable de amarte,
Como hoy, hasta el fin.

Tu vida y la mía
No pueden juntarse.
Si apenas empiezas a caminar,
Y yo estoy cansado de correr.

Como quererte,
Si no me quieres.
No puedo dejarte,
Si no me dejas.

Las horas pasan tristes

Las horas pasan tristes
Cuando no estamos juntos.
Te espero con ansias
Y te siento tan cercana.

Este amor en reposo
Tan guardado en mi alma
Me hace sentir libre
Y no necesito más.

Mi espíritu se inflama
Cuando hablo de vos.
Mi imaginación levanta vuelo
Y te alcanza donde estés.

Casi puedo adivinar lo que sentís
Con solo mirarte a los ojos.
Su brillo me indica el momento
En el que tu corazón se entrega a mí.

Tu voz canta en mis oídos
La melodía más hermosa
Que puede existir en el mundo
Y me llena por completo.

Flotando entre la verdad y mis sueños
Me cuesta diferenciar
Lo que existe y lo que no.
Solo vos sos real.

Perdido de tanto buscarte

Estoy perdido
De tanto buscarte,
Encontrándote en mi vida,
Aunque no estés ahí.

Tus palabras son tan dulces
Y creo, ciegamente, en ellas,
Y me duele más este dolor,
Porque no son ciertas.

Las cenizas olvidadas
Vuelven a encenderse
De manera tan fugaz
Que parecen aún más frías.

Es tan largo este olvido
Añorando tu regreso
Esperando un futuro
Que ya pasó...

Buscando una salida,
Tratando de pensar,
envejeciendo sin querer,
Muriendo sin tu amor.